La labor de la Pastoral Afro de la Arquidiócesis de Cali, es la evangelización y promoción integral del pueblo afro. Una pastoral que no acompaña a su pueblo en tiempos de crisis y no lo apoya a superar sus problemas, deja de ser pastoral. Nuestra vocación hace que se dé por hecho estar al lado de nuestras comunidades y de nuestra gente.
Sostenemos la fraternidad y mantenemos nuestros lazos sociales, queremos contrarrestar la visión de que la crisis se supera de manera individual, encerrada y aislada. Porque los problemas sociales de este país no se deben encerrar, sino visibilizar y enfrentar en colectivo.
Foto: Andreas Hetzer / Barrio Mojica, Cali
En este orden de ideas, la Pastoral Afro realizó, en el segundo mes de confinamiento, una caracterización de familias. Tomó como base las comunidades parroquiales de Cali, Yumbo y Jamundí. Resultaron cerca de 180 familias y 900 personas; se pudieron identificar situaciones de escasez de alimentos, pérdida de empleo, estrés a raíz del confinamiento y situaciones tensas de convivencia familiar. Nuestra colaboración viene de atrás: inició con el confinamiento. Se acompañaba a la Alcaldía y a varios estamentos arquidiocesanos a repartir las raciones de emergencia en las comunas con mayor población afro. Se aprovechó para conocer liderazgos en barrios sin grupos de Pastoral Afro para iniciar el proceso con ellos. También se colaboró con la organización del municipio para la Comuna 16, donde está el Centro de Pastoral Afro, y se ayudó a implementar varias ollas comunitarias. Se solicitó ayuda a entidades internacionales y, gracias a la solidaridad global, la Pastoral Afro pudo aunar recursos, comprar mercados y organizar paquetes con alimentos e insumos sanitarios.
Foto: Federico Rios / Barrio Mojica, Cali
Más adelante, ampliamos nuestro radio de acción a las personas más vulnerables por la crisis: familias que viven del rebusque diario, habitantes de la calle o migrantes venezolanos. Se atendieron varios asentamientos de desarrollo incompleto en el oriente de Cali y se colaboró en varias iniciativas de ayuda, incluso a altas horas de la noche.
La cuarentena se vuelve una pesadilla para quienes no pueden quedarse en casa si no tienen el sustento diario. Gracias a las donaciones de familias, del Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Cali, de supermercados y tiendas alrededor de la Pastoral Afro, podemos contar con insumos para ollas comunitarias. Aparte de acompañar estas ollas, que florecieron por toda la ciudad, cocinamos cada domingo para los vecinos de nuestro barrio Unión Vivienda Popular, en la Comuna 16. Nuestro aporte principal es el trabajo de excelentes cocineras, que arreglan desde el día anterior, se levantan temprano y trabajan en la cocina hasta dejar todo limpiecito. Eso se uno a la gestión y el pequeño servicio de nuestros agentes de Pastoral de empacar y repartir en equipo, sin dejar de cuidar la bioseguridad.
Foto: Andreas Hetzer/ municipio de Yumbo
El encierro y un futuro incierto tienen consecuencia sociales y repercuten con gravedad en la salud mental de nuestra gente. Por esta razón, el p. Venanzio Mwangi Munyiri* reconoció la necesidad del acompañamiento psicosocial y lanzó la Vacuna Espiritual, un insumo diario de reflexión durante los cuarenta días más duros del confinamiento. Se transmitió en vivo desde el Centro de Pastoral y Espiritualidad Afrocolombiana de Cali. La respuesta masiva le motivó a continuar el camino espiritual por otros 40 días de eucaristías virtuales. Ya cuentan con asistentes en Brasil, Ecuador, Cuba y países de Centroamérica.
Dios nos bendice de múltiples maneras para continuar el trabajo pastoral; es Él quien siembra la generosidad y la entrega en tantos corazones. Será su gracia la que nos sostenga en lo que queda de esta situación y nos ayudará a permanecer unidos. La fraternidad afro, tan amplia ella, es una muestra grande de su amor.
* Delegado arquidiocesano de Pastoral Afro y misionero de la Consolata keniano.
Foto: Andreas Hetzer / Comuna 16, Cali
Foto: Rodrigo Daza / Villa Paz, municipio de Jamundí
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